lunes, 1 de septiembre de 2014

¿Cómo vive un cristiano su trabajo? (3/10) – El gozo.


Ocho horas en medio de circunstancias agobiantes. La recepción de un subproducto con una tara y que un compañero ha dejado pasar, no encajar en el equipo ya constituido, una mala consideración por parte de los superiores. En este punto recomiendo ver la antigua entrada “Y tú, ¿qué harías?. Casos difíciles”.


El gozo es producido dentro de la relación con Dios.


A un cristiano-según-la-Biblia le hace falta una ayuda sobrenatural para vivir en el entorno laboral de acuerdo a lo que ha creído. El Espíritu Santo produce en los que han escogido ser discípulos de Cristo un fruto que refleja el carácter de Cristo. Una de esas manifestaciones es el gozo.

Parece que este tema no se debate, porque no he sido capaz de encontrar ninguna imagen que relacione el gozo con el trabajo. Lo cierto es que parecen totalmente antagónicos.
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QUÉ ENTENDEMOS POR GOZO.

Según la  RAE (edición 22ª), la palabra “gozo” tiene cuatro acepciones:
  1. m. Sentimiento de complacencia en la posesión, recuerdo o esperanza de bienes o cosas apetecibles.
  2. m. Alegría del ánimo.
  3. m. Llamarada que levanta la leña menuda y seca cuando se quema.
  4. m pl. Composición poética en loor de la Virgen o de los santos, que se divide en coplas, después de cada una de las cuales se repite un mismo estribillo.

La palabra “gozo” evoca imágenes que suelen tener un componente sexual o religioso. Cuando es concebido en el ámbito sexual, el gozo nos habla de satisfacción y de un sentimiento de gratitud y de intimidad hacia el cónyuge, el cual nos embarga. En el terreno religioso, el gozo parece estar encadenado a experiencias místicas que están reservadas únicamente para ciertas personas muy “santas”, o para algún periodo aislado en la vida.

El gozo lo encontramos en ciertos instantes alegres y felices a la vez. Su aparición está aparejada a momentos especiales en la vida de los hijos o el cónyuge, en actos especiales de reconocimiento público o en ocasiones de ayuda desinteresada a otros. Es maravilloso sentir esa satisfacción personal, ese gozo que sublima el logro de los hijos, esa alegría de ver a una persona necesitada confortada por una acción propia, o la vindicación por una proeza que es aclamada públicamente por otros.

Por desgracia, el trabajo diario no parece producir gozo. Veamos algunos ejemplos.


El trabajo ideal.


Todos hemos deseado ese trabajo ideal que nunca llega. Cuando llega, ocupa los pensamientos y la energía sin dejar lugar para otras cosas. Hay gozo.
Entre los cristianos, este trabajo sería un sustituto del Salvador, que es quien debe llenar la vida. Al poco, ese trabajo perfecto se va a mostrar cual es: un sucedáneo que no da sentido a la propia existencia.


Eclesiastés 2: 22, 23. (Nueva Versión Internacional).


Pues, ¿qué gana el hombre con todos sus esfuerzos y con tanto preocuparse y afanarse bajo el sol?. Todos sus días están plagados de sufrimientos y tareas frustrantes, y ni siquiera de noche descansa su mente. ¡Y también esto es absurdo!.




Las relaciones en el trabajo.

También es fácil centrarse en las relaciones que se establecen en el lugar de trabajo como escape de unas tareas que se detestan. Encontramos consuelo, incluso cierto gozo. El enfoque ha sido apartado de la obra para la que se ha sido contratado y se ha trasladado a un ámbito imprescindible pero secundario en la organización empresarial.

Para un cristiano, esto es una trampa. Esas tareas, desenfocadas de su objetivo primordial en la empresa, son precisamente las que su Señor ha preparado para su crecimiento espiritual y para acrecentar la fama de Dios.


Efesios 2: 10. (Versión Reina-Valera, revisión 1960).


Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.





¡¿¿EL GOZO EN LA VIDA LABORAL???!!!.

La naturaleza humana tiene una tendencia, enraizada en su propio ser, que lo guía hacia lo malo. Es una experiencia común a todos nosotros el impulso de echar balones fuera: la culpa es del otro, yo lo niego, miento para escapar de lo que considero malo, evado el castigo, sobrepaso los límites, … Y, como es expresado habitualmente en este blog, esto se hace verdaderamente notorio en las tensiones laborales que nos llevan al límite de escoger entre la dirección de una conciencia limpia o la evasión de una satisfacción inmediata.

Sin haber profundizado en otros aspectos que pueden producir cierto contentamiento (ver ¡DisfrutarDelTrabajo!!!), lo cierto es que es prácticamente imposible encontrar gozo en el puesto de trabajo. A pesar de esto, hay algunas personas que sí tienen gozo en la rutina diaria del medio laboral. No es un gozo producido por circunstancias externas ni por un estado interno y anímico especial; es un gozo que la Biblia describe como una manifestación del Espíritu Santo en los que se han entregado por completo a Dios.

Hemos visto el amor como una manifestación del fruto del Espíritu Santo. Ahora es el gozo, un gozo impartido por Dios que no tiene nada que ver con las circunstancias exteriores o internas. Aún en medio de las presiones laborales el discípulo de Jesucristo disfruta de ese gozo.


  • Este gozo es una orden de Dios mismo, como participantes de los sufrimientos de Cristo y como prueba de que el Espíritu Santo está en ellos. También aparece en el horizonte la esperanza que ya disfrutamos en esta vida.


I Pedro 4: 13, 14. (Nueva Versión Internacional).


Al contrario, alegraos de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa vuestra alegría cuando se revele la gloria de Cristo. Dichosos vosotros, si os insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa en vosotros.




  • Este gozo es impartido por Dios mismo y, aunque las circunstancias externas y el estado anímico sean pésimos, queda un gozo que se alegra y espera en Dios.


Jeremías, 31: 13. (Nueva Versión Internacional).


Entonces los jóvenes danzarán con alegría, y los jóvenes juntos con los ancianos. Convertiré su duelo en gozo, y los consolaré; transformaré su dolor en alegría.



Esta profecía del profeta Jeremías, allá por el siglo VI a.C., tiene un cumplimiento en Jesucristo, por quién la iglesia ha sido constituida por gente mayor y jóvenes, por hombres y mujeres, por ricos y pobres, y quién ha transformado nuestro dolor y preocupación en gozo.


  • Es un gozo inquebrantable. Esta alegría depende de Dios, por lo cual no es posible que sea menoscabada.


Nehemías 8: 10b. (Nueva Versión Internacional).


No estéis tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza.





EN EL TRABAJO.

Una persona muestra gozo en su trabajo, hacia sus compañeros, superiores, hacia los clientes y los proveedores cuando deja de lado los impulsos normales de la naturaleza humana y
  • No idealiza su trabajo para convertirlo en la fuente de un falso gozo.
o   Convierte su trabajo en un acto de obediencia a Dios. Esta persona encuentra su gozo en realizar unas tareas que dan buena fama a Dios.
  • No convierte a sus compañeros de trabajo en una fuente de autoestima, sino que su gozo está en lo que Dios piensa de él.
o   Descubre la alegría de perdonar a compañeros o superiores que lo están acosando, y de devolverles bien por mal. Algo sobrenatural; naturalmente, una manifestación del Espíritu Santo habitando permanentemente en él.
  • Experimenta el gozo indescriptible e inexplicable de Dios, aún cuando las circunstancias empujan a la desesperación.
  • Mantiene su conciencia limpia delante de Dios; los conocidos dilemas morales que nos tienden emboscadas en el peor momento y en el peor lugar. Esto ejercita el gozo divino que le fue entregado por el Espíritu Santo.

Eso es gozo. El deseo natural es justo lo contrario.
 Yo mismo atestiguo que lo escrito más arriba es cierto. 


A veces las fuerzas flaquean y aparece el desánimo. Aún así, ese gozo concedido por mi Salvador permanece. No lo confundamos con un simple autoconvencimiento o un sacar fuerzas de flaqueza, sino que es algo sobrenatural.

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El gozo es producido dentro de la relación con Dios.

¿QUÉ ES EL GOZO?.
En la asignatura de Pneumatología impartida por la escuela bíblica Escrituras Online, hay una sección entera dedicada a esto, la cual transcribo íntegra.
Escrituras Online. (Pneumatología, Estudio 9, II, 2. Las características del gozo. Samuel Pérez Millos).


Gozo (griego χαρά) (Gálatas 5: 22).

  • El gozo divino operado en el creyente (Nehemías 8: 10).
  • Es el mismo gozo de Jesús en el cristiano (Juan 15: 11).
  • El resultado en la vida cristiana en relación con el conocimiento íntimo de Cristo (I Pedro 1: 8).
  • El gozo debe mostrarse en todo momento, incluso en la persecución y prueba (Hechos de los apóstoles 5: 40, 41; 16: 22-25). Nada puede impedir que el Espíritu opere en el cristiano que está entregado totalmente a Él.
  • La exhortación de la Escritura (Filipenses 4: 4; I Tesalonicenses 5: 16).


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