martes, 8 de abril de 2014

La influencia territorial (2/3)

Ahora entramos un poco más en profundidad de la influencia territorial en las relaciones laborales y comerciales.

El tema estará dominado por la riqueza del entorno natural en el que se encuentra el país o la región considerada. Las regiones se distinguen por los recursos naturales de que disponen.

Los criterios para diferenciar unos de otros pueden ser:

  • Recursos energéticos. La dependencia de gas y petróleo deja en desventaja a Europa frente a regiones que sí los poseen.

  • Recursos energéticos renovables. Zonas de vientos, zonas costeras con olas aprovechables, regiones con alta incidencia solar, áreas con desniveles en los cauces hidráulicos.
  • Extracción de litio en Bolivia.
  • Recursos ambientales. La disponibilidad de ríos, bosques, o regeneración natural del terreno. Todos sabemos acerca de los inmensos bosques amazónicos y zonas similares del planeta.
  • Recursos zoológicos. Poblaciones de animales en libertad, pastos para animales herbívoros.
  • Recursos en minerales industriales. Esto incluiría desde las explotaciones de hierro, hasta los escasos yacimientos de litio.
  • Recursos en minerales o piedras preciosas.


¿Qué dice la Biblia?.

En los relatos bíblicos también encontramos que los recursos naturales jugaron una gran importancia en la economía de las antiguas culturas.


La antigua Fenicia.

Los fenicios fueron un pueblo comerciante que incluso llegaron hasta Tarsis (nuestra España). La ventaja de la que disponían es que hacia el sur de su ubicación no había puertos naturales, mientras que en Tiro si había.
El principal recurso de Tiro era su puerto. Su aprovechamiento constituyó la principal riqueza de Fenicia y, a la postre, un imperio comercial que se extendió por todo el Mediterráneo.

El antiguo Líbano.

El Líbano está asociado en nuestra cultura a guerra, pero hubo un tiempo en que esto no era así. El cedro del Líbano era de muy buena calidad, proverbial en los escritos antiguos. Hasta tal punto, que en la búsqueda de lo mejor para la construcción del templo de Jerusalén, el rey David compró madera de cedro al rey Hiram.
Esta región era una gran exportadora de cedros.

Israel.

Es significativo que la tierra de Israel está encerrada entre el mar Mediterráneo al oeste y por montañas con desierto al este. Esto influenciaba en gran manera el tipo de recursos disponibles y su explotación. La economía estaba basada en el cultivo y en la ganadería.


Las nubes occidentales que provenían del mar eran interceptadas por las montañas orientales y derramaban su agua sobre los campos de cultivo. Estas nubes están asociadas a la bendición de Dios, que riegan el campo, los cultivos dan fruto abundante y no hay hambre.

El temor aparecía con los vientos orientales procedentes del desierto. Un viento seco y caliente que quemaba todo lo que encontraba a su paso. Estos vientos están asociados a maldición por los efectos desastrosos en los cultivos produciendo hambre y sufrimiento.



miércoles, 2 de abril de 2014

¿Y si no hubiera jefe?.


Una situación hipotética, imaginaria, … insostenible.


Cada uno hace lo que bien le parece.


Una empresa en la que no hubiera una dirección firme y prudente es muy posible que llegara al caos.

Empezando por los propios empleados, el comercial vendería un producto al cliente, la ingeniería diseñaría el proyecto según su buen parecer, el departamento de producción realizaría las modificaciones sobre el proyecto de acuerdo a su propia conveniencia, el almacén y compras escogen ciertos elementos y calidades que no estaban previstos, el departamento de calidad estimaría según su propio criterio, y el que hace la entrega del proyecto lo hace en plazos que ha ajustado sin acordar con nadie. La empresa empieza a hacer aguas a las primeras de cambio.

La situación anárquica de esta compañía se visibiliza desde el exterior. Esto quiere decir que los proveedores, los clientes y los organismos externos de auditoría estarían al tanto de los trapicheos que ocurren en su seno. Cada uno de estos entes ajenos sacaría provecho de la empresa. Esta organización sucumbiría a los ataques de proveedores, clientes y auditores.


Un ejemplo de la Biblia.

El séptimo libro de la Biblia, Jueces, relata un tiempo oscuro en la historia de Israel. La conquista de la tierra prometida comenzó con Josué, el cual murió y dejó inacabada la tarea. Las doce tribus que formaban Israel debían continuar con la obra de conquista bajo el mando directo del Dios que se reveló a Moisés, Jehová. Jehová era su rey. El lapso histórico va desde 1380AC hasta 1050AC, aproximadamente.

La frase lapidaria de este libro es:




En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.


Las tribus eran independientes unas de otras. El único vínculo que los unía era una ascendencia común (eran descendientes de Jacob) y una religión vacía que sincretizaba la adoración a Dios y el culto a dioses ajenos. La independencia e indolencia de unas por otras era tal que en casos de invasión extranjera ni se molestaban por sus hermanos.
A veces llegaban a la guerra entre ellas mismas. Ver el episodio de Abimelec o el de la guerra civil contra la tribu de Benjamín por causa de la inmoralidad cometida contra la concubina de un levita.

La historia en este periodo se desarrolla por ciclos. Cada ciclo comprendía las siguientes etapas:
  • Apostasía. El pueblo de Israel abandona a Dios.
  • Opresión. Los enemigos de alrededor invaden algunas zonas de Israel.
  • Arrepentimiento y vuelta a Dios. Los israelitas se acuerdan de Dios su Salvador y claman a Él por liberación de sus enemigos.
  • Liberación. Dios levanta a un caudillo, llamado juez que lidera a algunas tribus de Israel en la lucha contra el enemigo.
  • Fidelidad. Durante la vida del caudillo, el pueblo israelita sirve a Dios.
  • Apostasía. El pueblo de Israel se olvida de Dios y lo abandona.


El propio autor, Samuel, hace un resumen que explica el porqué de esta conducta:


Jueces 2: 11-23. Apostasía de Israel, y la obra de los jueces.


Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.
Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová.
Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot. Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los entregó en manos de robadores que los despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos. Por dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran aflicción.
Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban; pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así.
Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no se apartaban de sus obras, ni de su obstinado camino.
Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y dijo: Por cuanto este pueblo traspasa mi pacto que ordené a sus padres, y no obedece a mi voz, tampoco yo volveré más a arrojar de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué cuando murió; para probar con ellas a Israel, si procurarían o no seguir el camino de Jehová, andando en él, como lo siguieron sus padres.
Por esto dejó Jehová a aquellas naciones, sin arrojarlas de una vez, y no las entregó en mano de Josué.