
Aunque haya gente que no se lo crea, la Biblia da unos patrones y unos criterios muy claros acerca del trabajo. No se trata del concepto santurrón que poseemos en España acerca de lo que está relacionado con la religión o lo que nos quieren hacer ver el catolicismo u otras confesiones. Veamos qué dice.
Panorámica bíblica.
Todas las personas deberían tener un trabajo. Es un medio para vivir la vida, para cuidar de las familias y para ayudar a otros que pasan por necesidad. También las mujeres son constructoras de su hogar o deberían trabajar. Es posible que por causa de enfermedad, discapacidad, edad o la crisis social no puedan trabajar; y estos tendrían que experimentar el cuidado especial de la iglesia y de las organizaciones no gubernamentales.

El que no quiere trabajar.
La Biblia, en los apartados relacionados con el trabajo, dedica su mayor extensión a aquellos que no quieren trabajar. Y manda a la iglesia a amonestarlos, a no tener nada que ver con ellos para que se sientan avergonzados por su actitud. Dios dice que el trabajo es parte de Su voluntad para nosotros, y es bueno.
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El servicio en la iglesia.
Algunos cristianos se sienten frustrados con su trabajo, y su deseo es llegar a ser pastor, diácono o cualquier otro oficio en una iglesia (expresado en el contexto de una iglesia evangélica). Si alguno está esperando llegar a esto, y rehusa trabajar, a éste hay que decirle que, desde la Biblia, es censurable. Por otro lado, si es fiel al Señor en el asunto básico del trabajo, Dios puede abrir puertas a su debido tiempo.
Las siguientes entradas tratarán acerca de los siguientes puntos.
- El propósito del trabajo.
- Rehusar trabajar es pecado.
- Las consecuencias que caen sobre aquellos que no quieren trabajar.
- La locura de la codicia.
- La actitud de la iglesia hacia los que no quieren trabajar.
- La actitud cristiana frente al trabajo.
- El llamado al ministerio eclesial.
- La bendición en el trabajo.
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