Las empresas y los
trabajadores tienen diferentes conceptos acerca de los objetivos del trabajo.
Tradicionalmente, la subsistencia y el mantenimiento de un tipo de vida
tranquilo ha satisfecho a muchas personas, tanto empleadas por cuenta ajena
como profesionales free-lance.
Este tipo de economía
tradicional con un modo tranquilo de vida refiere a:
- Para el empleado, realización de una jornada laboral, y después tener tiempo libre para estar con la familia o tomar una caña con conocidos, estar al día en pagos de préstamos e hipotecas, algún viaje,… En la vista de este hombre no está como prioridad el ascenso o el prestigio que el entorno laboral le pueda ofrecer.
- O para la empresa, un trato con clientes y proveedores que va más allá del mero concepto pecuniario y de responsabilidad comercial, alcanzando la amigabilidad, el respeto y el honor. A veces también, tocar un poco la caja al finalizar la jornada diaria. Tampoco pasa nada si la empresa no crece.


Qué dice la Biblia.
En anteriores entradas del
blog se han comentado los propósitos que deben perseguirse con el trabajo:
II Tesalonicenses 3: 12. A tales personas les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo que tranquilamente se pongan a trabajar para ganarse la vida.
Proveer para el hogar.
Proverbios 31: 27. (La mujer ejemplar) está atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come no es fruto del ocio.
Efesios 4: 28. El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos para tener qué compartir con los necesitados.
Proverbios 13: 11. El dinero mal ganado pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece.
Génesis 1: 28. Y los bendijo Dios (al hombre y a la mujer), y les dijo: fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
No hace falta cavilar mucho
para ver que ambos tipos de economía, cuando están animadas de un espíritu
egoísta, pueden tergiversar estos propósitos y convertirlos en algo perjudicial para sí mismo y para otros.
Propósito
|
Tradicional
|
Capitalista
|
Ganarse
la vida
|
OK.
Sin sobresaltos.
KO.
Impasible ante las penurias de otros.
|
OK.
Ascenso en la escala social.
KO.
Posesiones no necesarias.
|
Proveer
para el hogar.
|
OK.
Necesidades cubiertas.
KO.
Existe el peligro de una excesiva frugalidad.
|
OK.
Necesidades cubiertas.
KO.
Se puede enmascarar una sustitución de las relaciones por las posesiones
materiales.
|
Para
ayudar a otros.
|
OK.
La actitud para ayudar es favorable.
KO.
La capacidad para ayudar es limitada.
|
OK.
La capacidad para ayudar es grande.
KO.
El ánimo de lucro pondera la decisión de ayuda.
|
Prosperidad
económica.
|
OK.
No es una tentación.
KO.
No hay hábito de gestión de beneficios cuantiosos.
|
OK.
Reinversión de los beneficios en sí mismo.
KO.
Mayor peligro de avaricia, prácticas deshonestas,…
|
Cuidar
de la creación.
|
OK.
Mejor capacidad para la gestión de unos recursos limitados.
KO.
Negligencia al considerar que un grano de arena es muy poco.
|
OK.
Mayor capacidad para la gestión de los recursos.
KO.
El cuidado del ambiente está condicionado al impacto económico a acometer.
|
Conclusión.
Está claro que el análisis es mucho más complejo que lo expuesto aquí. La pretensión es únicamente hacer una comparativa entre los sistemas de economía tradicional y capitalista en Occidente. Ninguno es completamente deseable y ninguno es completamente desechable. Lo que de verdad marca la diferencia es el espíritu que anima las conductas, si la búsqueda de beneficio va más allá del propio individuo y beneficia a otros.
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