He leído otro libro que me ha dejado pensando: “El
hombre light”, de Enrique Rojas.
Enrique Rojas es un médico español, catedrático en excedencia de
Psiquiatría en la Universidad de Extremadura. Está especializado en depresiones
y ansiedad, y es divulgador de temas relacionados con el bienestar emocional y
cognitivo del hombre, con cierto fondo espiritual proveniente de su afiliación religiosa. Hay más información de él en un artículo de Wikipedia
dedicado a él.
El hombre light se engaña conscientemente a sí mismo sustituyendo la búsqueda de la felicidad por un simple "pasarlo bien, pasar el rato". La felicidad que propugna Enrique Rojas está basada en cuatro pilares: 1) encontrarse a sí mismo, 2) vivir de amor, 3) trabajar con sentido y 4) poseer cultura como apoyo.
El hombre light es fácilmente reconocible por la falta de valores que
ostenta en su vida diaria. No es que no tenga valores, sino que están asentados
sobre la moda del momento y son cambiantes, sobre el “me viene bien o me viene
mal”, sobre el placer y lo instantáneo. Esto produce un subjetivismo en el que
la verdad se adecua a sus intereses.
La felicidad no se da en el superhombre, sino en el hombre verdadero.
Los capítulos de este libro son:
- El hombre light.
- Hedonismo y permisividad.
- ¿Qué es el hombre?
- El camino del nihilismo.
- La sociedad divertida.
- Sexualidad light.
- El síndrome del mando a distancia (zapping).
- La vida light.
- Revistas del corazón.
- El cansancio de la vida.
- La ansiedad del hombre de hoy.
- Psicología del fracaso.
- Psicología de la droga.
- La vida no se improvisa.
- La felicidad como proyecto.
- Soluciones al hombre light.
Mi crítica.
Epicuro, y su hedonismo inteligente |
La Biblia revela que el hombre tiene a su disposición una vida abundante, una vida plena. Está al alcance de la mano. Aunque es ofrecida sin más merced a la obra de Jesucristo, para apropiarse de ella es necesario el esfuerzo de renunciar a la forma de vida y de pensar que caracteriza al hombre que no ha recibido esa vida de Dios. Es necesario el esfuerzo de dar media vuelta para pensar y vivir según los valores absolutos de Dios, una ética divina que queda implantada en el cerebro y en el corazón y que restaura la relación consigo mismo, con los demás y con Dios. Hace falta un cambio de mente.
Recomiendo su lectura,
sabiendo que todos aplaudiremos lo que dice y lo que propone. Pero lamentando también que muy pocos estarán dispuestos a la penosa tarea que supone dejar de ser
light para llegar a ser un ser humano pleno, en el sentido más trascedental que presenta la Biblia.
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